antradienis, birželio 20

Y tuve ganas de llorar.


El éter confundió en mi sangre la alegría y la nostalgia de ella.
Me abrazó de repente el deseo de salir corriendo y verte mar para serenar las emociones que no se conciliaban.
Y en un cruce nos despedimos dispares. Y al siguiente ya me encontraba sola.
En cada esquina que flanqueo muere otro sueño.
Voy con la marea meciéndome de lado a lado. Soy faro de ninguna costa y tu sombra no se refleja en la arena donde dejé mis huellas para que supieras los dibujos de mi alma noctámbula.
¿Qué noche es esta, que me devuelve otra vez a una casa sin sueño y sin deseos de volver?
La ilusión se cierra tras una puerta que no se abrir.
Mañana despertaremos, soledad.